Esta semana tenemos la oportunidad de hablar con la ilustradora y artista Chantal Paula Rosengurt para que nos cuente su experiencia en el mundo del arte y para que nos hable sobre la creación artística y la ilustración de libros.
Chantal es una artista e ilustradora formada en el Bachillerato de bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata que ha ilustrado libros, discos y revistas, y ha ganado premios en categorías artísticas tan diferentes como la literatura, el dibujo, la escultura, la pintura y la fotografía. Entre otros proyectos, ha ilustrado una versión de “El libro de la selva” y ha creado las portadas de libros como “Las obsesiones en neurosis y psicosis” e “Inscripciones del dolor”, que podéis ver en su portfolio o en su página web oficial.
Chantal también cuenta con una licenciatura en psicología y disfruta de impartir talleres relacionados con el arte y la ilustración. Hoy tenemos la suerte de poder charlar con Chantal para que nos cuente su proceso creativo y nos muestre un poco de su porftolio. Si queréis saber más sobre Chantal, podéis poneros en contacto con ella a través del formulario de contacto en su web.
Entrevista a Chantal Paula Rosengurt
Hola Chantal y bienvenida al blog de Escribirr.com. ¿Cómo comenzaste en el mundo del arte? ¿Cuáles fueron tus primeros pasos como ilustradora y artista?
Hola, Alvaro, ¿cómo estás? Muchas gracias. Podría decirte que comencé en el mundo del arte de muy pequeña, ya que mi madre es pintora y me ha contagiado esa pasión. Así que a los siete años concurrí por primera vez a un taller de pintura con Oscar Levaggi, reconocido artista de La Plata, mi ciudad. Y un par de años después comencé mi trayecto, el que más me ha marcado vocacional y personalmente, en mi tan querido Bachillerato de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Aunque luego estudié Psicología, Arte terapia, y obtuve una beca para posgraduarme en Estética filosófica, mantuve paralelamente mi formación y práctica como artista plástica e ilustradora, a la cual desde hace un tiempo me dedico casi con exclusividad.
Pero bueno, creo que en mi caso no coinciden mis primeros pasos como artista que como ilustradora. Porque mientras que al mundo del arte ingresé en mi niñez (participando de exposiciones, concursos, y todo), la entrada en el mundo de la ilustración la tuve mucho más tarde, un par de años tras terminar el colegio secundario. Recién ahí comencé el camino específico de la ilustración y fui en la búsqueda constante de maestros, y trabajos o proyectos que pudiera realizar. En ese camino estudié entre otros con Leo Batic, Mónica Weiss, Ricardo “Rocambole” Cohen, Lizzo, Luciano Comizzo, Nacho Malter, y Wally Gómez, así como con Mariela Anastasio para desarrollar la escritura narrativa. ¡Han sido unos cuantos primeros pasos!
Si vemos tu portfolio y los premios que has obtenido a lo largo de tu carrera profesional, podemos ver que destacas en artes muy diferentes como la ilustración, la música, la literatura y la escultura. ¿Cómo influye en tus creaciones el hecho de que practiques artes tan diversas? ¿Cómo se nutren unas artes de otras? .
Sí, es cierto que me he ido un poco por las ramas, ¿no? Entre las artes plásticas, la ilustración, la escritura y la música me divierto bastante; aunque claro, no puedo dedicarme tan profundamente a todas por igual. No obstante, definitivamente creo que el hecho de que practique artes tan diversas las enriquece, nutre, como vos decís, a todas ellas.
Creo que esa nutrición, digámoslo así, puede darse de varias formas.
Una de ellas, va en la línea de la filosofía de Nelson Goodman y, posteriormente, de Jean Marie Schaeffer: Cada disciplina o práctica o lenguaje o ámbito artístico, o como lo quieras denominar, permite desarrollar, entrenar ciertas capacidades. Y luego esas mismas capacidades pueden ser puestas en juego en otra disciplinas, lenguajes o ámbito artísticos.
Ello significaría que, por ejemplo, poder crear un personaje para un cuento ayudaría a crear un personaje ilustrado (¡y viceversa!); que el tocar la batería ayudaría a tener otra percepción del ritmo en el storytelling visual como literario; o que la habilidad de tener en palabras emociones, situaciones o historias contribuiría a generar más claramente sentidos en una imagen que quiero que comunique algo en particular.
La otra forma en la que entiendo las diversas artes se nutren mutuamente es más íntima, más sinestésica: A veces el partir de una visualización de una imagen dispara una historia, y el fantasear esa historia ya supone verla en ciertos colores, e inclusive con cierta música de fondo. Algo así como lo que experimentaba Kandinsky, pero sin llegar tan lejos. Así lo expresaba él: “Los violines, los profundos tonos de los contrabajos, y muy especialmente los instrumentos de viento personificaban entonces para mí toda la fuerza de las horas del crepúsculo. Vi todos mis colores en mi mente, estaban ante mis ojos. Líneas salvajes, casi enloquecidas se dibujaron frente a mí”. Alvaro, me ha encantado tu pregunta, ¡podríamos charlar tantísimo sobre esto! jajaja
¿Cuál es tu creación artística favorita hasta la fecha? ¿Podrías comentarla?
Mmm, qué difícil. Quisiera creer que mi creación artística favorita aún está por llegar. Siento que tengo tanto por hacer aún, tanto en el tintero… Pero bueno, intentaré responder, porque también es cierto que uno se encariña más con algunas creaciones que con otras. Eso sí, dejame decirte dos creaciones favoritas. Una de ellas son las portadas del álbum musical Vox Populi que hice en plastilina.
Ese álbum fue una colaboración que hice para un proyecto solidario. El objetivo de ese álbum, en el que participaron un montón de músicos, era ayudar económicamente con la creación de un centro cultural y deportivo en un barrio carenciado en las afueras de mi ciudad. Así que cuando me convocaron pensé que tendría que dar alguna imagen que fuera atractiva visualmente para un público sin rango acotado de edad, que generara empatía, y que hablara también sobre el proyecto. Y me pareció que una ilustración en plastilina podría generar esa atención desde lo visual, darle originalidad al trabajo, y, vamos a ser francos, me moría de ganas de trabajar con esta técnica a la que no había tocado más que para jugar cuando era una niña! Así que me comuniqué con Mariana Ardanaz, una colega y amiga que trabaja mucho con plastilina, y le pedí consejos. Y creo que salió bastante bien. Un poco por conllevar la aventura de trabajar con una técnica tan distinta, y otro poco por el fin al que estaba sujeta, esa creación tiene un lugar especial.
Y la otra favorita, tal vez por estar en las antípodas de la anterior, es una obra artística conceptual que expuse en una muestra, obra a la que llamé Dios. La obra, en términos materiales era el espacio vacío dejado entre dos cuadros grandes de la misma exposición más la tarjetita de la obra indicando su título. Mi idea acá no era más que provocar al público de la muestra. Aún es difícil para muchos confrontarse con formas de arte que se alejan del tradicional cuadro de caballete. Y me pareció que elegir la inmaterialidad en una muestra donde lo que había eran cuadros de caballete, junto a la elección de un tema tan controvertido para muchos, era una provocación bastante incisiva. Pero como al mismo tiempo tampoco quería que me anduvieran persiguiendo, busqué la forma de que la obra fuera lo suficientemente abierta para que fuera responsabilidad de cada espectador qué es lo encontraba allí y qué emociones le sucedían. Resultó que el encuentro con la obra variaba sustantivamente según la posición religiosa del espectador. Para quienes no hay Dios, ahí no había nada, porque Dios no existe; para quienes sí hay Dios, ahí no había nada, porque a Dios no se lo ve tan simplemente, aunque se sabe que allí está. Así que fue un experimento sumamente interesante.
Por lo que veo disfrutas mucho enseñando e impartiendo talleres de arte e ilustración. ¿Qué es lo que más te gusta enseñar a tus alumnos?
Así es, Alvaro, lo disfruto un montón, y creo que es mutuo. También mis alumnos disfrutan de esos espacios. Supongo que cuando uno disfruta lo que hace eso se transmite de alguna forma. No puedo enseñar jugando al póquer… ¡se me nota en la cara que soy feliz en el taller! Jaja.
Lo que más me gusta enseñar es a pensar fuera del recipiente. Me refiero a que no me interesa demasiado que sepan manejar tal o cual técnica, o tal o cual aspecto del arte o la ilustración, aunque también ello se desea aprender y se enseña. A mí lo que más me interesa en el espacio de taller es que aprendan del potencial creativo y transformador que tiene una práctica artística o estética, para salirse del molde, para buscar nuevas formas, nuevas perspectivas, nuevos rumbos, para experimentar, para aventurarse, para desafiarse a sí mismo y para que todo ello sea visto transitado desde el placer y el juego. Entiendo que con eso en la base se produce luego la evolución a nivel técnico, porque ahora hay un placer en la búsqueda y en el mismo proceso de aprendizaje.
¿Qué crees que es importante en la formación de un artista? ¿Qué recomendarías a una persona que se quiere iniciar en cualquier arte, ya sea escribir, dibujar o esculpir?
Creo que es importante lo siguiente: tener espíritu de aventura, avidez, perseverancia, una perspectiva lúdica, y disposición y coraje para una introspección íntima. Con esto último me refiero a que es necesario animarse al encuentro con, incluso, aquellas cosas oscuras que todos tenemos, porque a veces ellas son de las mejoras materias primas con las que los artistas tenemos la facultad de trabajar. A una persona que quiere iniciarse en cualquier arte le recomendaría un buen maestro, y por maestro no me refiero únicamente al profesor tutor o mentor, aunque encontrar uno es suuumamente, insisto, sumamente importante. Sino también a un referente, a mirar, contemplar, analizar, desmenuzar, deglutir, digerir y atravesar las creaciones artísticas o estéticas de artistas que nos gusten, nos atraigan y llamen nuestra atención. Y por qué no, también recomendaría el copiar, el abrazar las influencias, el robar, diría metafóricamente Rebeca Luciani, porque no nacemos de repollos, ya hay un mundo entero antes que nosotros, y no hay que tener vergüenza de agarrarlo. Para que ello sea un punto de partida firme sobre el que luego decantará con fluidez nuestra forma más propia de expresarnos. Básicamente lo que recomiendo es animarse, dejar las inhibiciones de lado. El mundo del arte tiene la ventaja, como afirmaba Freud, de suponer el libre fantaseo. Si en ese mundo ya nos vamos a coartar el juego, ¿qué nos queda?
¿Qué referentes artísticos tienes en la actualidad? ¿Hay algún arte que te inspire más que otros?
Hoy por hoy, en lo que hace a ilustración creo que mis referentes predilectos son Shaun Tan y Rebecca Dautremer. Sus libros álbumes, son un verdadero deleite. Los libros de Tan, me llegan hondo por sus temas adultos, tan sutil pero profundamente tratados, con una calidad estética y técnica que me retiene en cada página, en cada viñeta una eternidad. También es increíble su forma de contar; su habilidad para prescindir de palabras y decir tanto al mismo tiempo me parece mágica.
De Dautremer admiro la increíble artillería que tiene, una creatividad y amplitud de recursos gráficos para comunicar y expresar que me fascina, y a la que me remito en mi propia búsqueda de herramientas.
Otro que debería mencionar, ya en el ámbito del arte, es Banksy, de quien me gusta mucho su irreverencia, su ironía, tan a tono con nuestra época. Y, por favor que no quede afuera, la escritura narrativa de Borges, ese maestro.
En cuanto a un arte que me inspire más que otro, ¿me creerías si te digo que tal vez sea el cine? Lo disfruto mucho. Pero ello se debe a que en el cine se encuentran conjugadas muchas artes: visuales, musicales, narrativas, poéticas, dramáticas… Y si la peli es buena y ha sido bien cuidada, te encontrás conjuntamente con una hermosa historia, muy bien contada, un excelente guión, una hermosa fotografía, tremendas actuaciones y una música brillante.
Experimentar todo ello al mismo tiempo me resulta sumamente inspirador, porque me hace pensar en qué bueno es contar con tantas y tan diversas herramientas para expresarse. Pienso que si cuento con más herramientas, mejor podré expresarme. Y si no mejor, por lo menos más felizmente, que no es poco.
Por último, ¿tienes algún proyecto en la actualidad? ¿Nos podrías contar un poco acerca de ese proyecto?
Sí, actualmente estoy ilustrando un cuento infantil de la escritora Mirna Gennaro, y posiblemente ello derive en la publicación de una saga. No quiero espoilear mucho, pero se trata de un cuento infantil acerca de las (des)venturas de un pirata. Está muy bien contado, con mucho humor, y bajo la historia del pirata se tratan otros temas más profundos, el origen de ciertas cosas y cómo las valoramos. No puedo decir más. Habrá que esperar a que salga. Jeje.
Chantal, muchísimas gracias por pasar este rato con nosotros y compartir tu experiencia con los lectores de Escribirr.com.
Al contrario, Alvaro, muchas gracias a vos. Ha sido un verdadero placer.
¿Qué te ha parecido la entrevista? ¿Te gustaría preguntar algo a Chantal?
Si te han gustado sus ilustraciones, te recomiendo que visites su página web, y en el caso de que te quieras poner en contacto con ella, te animo a que lo hagas a través de su formulario de contacto web.
Si tienes cualquier pregunta, te esperamos en los comentarios. 🙂
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