Ahora que comienza el año, ¿qué mejor manera de empezarlo que proponiéndose crear un hábito de escritura diario?
Aquí recopilo una lista con los consejos que considero más importantes a la hora de crear un hábito de escritura, pero estos mismos consejos se podrían utilizar para crear cualquier otro hábito como hacer ejercicio tres veces a la semana, estudiar un idioma o practicar un instrumento.
Vamos con la lista.
Índice
- 1 Empieza poco a poco
- 2 Dosifica tu motivación
- 3 Escribe con amigos: forma parte de una comunidad de escritores
- 4 Ten una motivación clara
- 5 Prepara tu siguiente sesión de antemano
- 6 Prepara un lugar para escribir
- 7 Encuentra el momento adecuado para escribir
- 8 Crea un ritual
- 9 Evita la procrastinación
- 10 Ten cuidado con las interrupciones innecesarias
- 11 Ten clara la distinción entre la fase de escritura creativa y la de edición
- 12 Pásatelo bien, tómatelo como un juego
- 13 No te desanimes por tu nivel actual o por factores externos
- 14 Planifica tu siguiente sesión de escritura
- 15 Recordatorios o alarmas
- 16 No falles dos veces seguidas
- 17 ¿Te sientes bloqueado?
- 18 Trata la escritura como un privilegio
- 19 Para saber más acerca de crear hábitos
Empieza poco a poco
Creo que no existe una fórmula matemática exacta, pero a mi entender existe una clara relación entre la cantidad de trabajo que una persona quiere realizar y la resistencia (fuerza contraria) que impulsa a esa persona a no hacer esa tarea.
Es por esto que es importante comenzar con algo pequeñito.
Algo tan simple como escribir cinco minutos al día puede bastar para comenzar a crear un hábito. Ya más adelante, cuando nos resulte sencillo, podemos ir incrementando el tiempo de nuestras sesiones de escritura.
En este video de Yesid Barrera, puedes ver las recomendaciones para cambiar y establecer un hábito.
Dosifica tu motivación
Puede ser que estemos tan motivados para escribir un libro que queramos desde el principio escribir tres horas todos los días.
Y de hecho, puede que los primeros días, dada la increíble motivación que tenemos, consigamos sentarnos tres o cuatro horas y avanzar muchísimo la novela.
Sin embargo, es cuestión de tiempo que nos quedemos atrancados y no sepamos cómo continuar, o que tengamos un mal día. Y entonces, de repente, nos replantearemos si merece la pena todo el esfuerzo que realizamos.
Esto se debe a que cuando realizamos un esfuerzo mayor, nos sacrificamos mucho para lograr un objetivo, y si no tenemos una preparación previa, en seguida nos podemos agotar y sentir bloqueados.
Y entonces resulta muy sencillo abandonar, pensar que la escritura no es lo nuestro y que mejor leemos o nos ponemos a hacer otra cosa.
Sin embargo, si escribimos 10 minutos al día durante una temporada, no nos cansaremos. Y con este tiempo tendremos más que suficiente para familiarizarnos con la escritura y adquirir poco a poco la práctica necesaria.
Escribe con amigos: forma parte de una comunidad de escritores
No hay nada mejor que encontrar un amigo con el que compartir sesiones de escritura, compartir progresos y las dificultades que surgen en el día a día para escribir.
Si ninguno de tus amigos está interesado en la escritura creativa, siempre puedes recurrir a fórums, blogs literarios, talleres de escritura creativa que haya por tu zona o cursos de escritura online.
Si escribes con alguien o tienes a una comunidad pendiente de ti, te resultará mucho más fácil continuar con tu hábito y no saltarte días de escritura.
Ten una motivación clara
¿Por qué escribes? ¿Escribes para divertirte? ¿Porque tienes como objetivo escribir un libro y publicarlo? ¿Porque te gustaría llegar a ser escritor? ¿Porque quieres tener un blog propio?
Cuanto mayor fuerza tenga tu motivación, más fácil te resultará superar las adversidades y la procrastinación cuando te llegue el momento.
Porque es cuestión de tiempo que tengas un día con dificultades para escribir, ya sea porque estés cansado del trabajo, porque hayas quedado con unos amigos o porque tengas un evento familiar.
Y es precisamente en esos momentos cuando más te tienes que recordar que estás creando un hábito. Y que son diez minutos, ¿no tienes diez minutos al día?
Así que, ¿cuál es tu motivación?
Escribe una lista con todas tus motivaciones. Esta lista te ayudará más adelante, cuando tengas un mal día y no te apetezca escribir. 😀
Prepara tu siguiente sesión de antemano
Voy a poner dos casos exagerados como ejemplo.
Caso A: Imagínate que te vas a poner a escribir 10 minutos y cuando llegas a la cocina, que es tu lugar favorito para escribir, te encuentras que la mesa esta llena de vasos, platos y cubiertos de la cena de ayer. Además, la pila está llena hasta arriba de platos por fregar. Echas todo a un lado porque te interesa escribir (ya fregarás los platos más adelante, ¿no?), pero no encuentras el cuaderno de escribir, ¿dónde lo dejaste la última vez?
Caso B: Imagínate que te vas a poner a escribir 10 minutos y cuando llegas a la cocina, que es tu lugar favorito para escribir, la mesa está limpia, tienes un cuaderno sobre la mesa con un bolígrafo, una vela que sueles encender antes de escribir y un calendario en el que apuntas tus sesiones de escritura y en el cual puedes ver que has escrito nueve días seguidos y que este va a ser el décimo.
¿En cuál de los dos casos te va a resultar más fácil escribir?
Prepara un lugar para escribir
No se necesita un lugar super especial ni materiales caros para comenzar a escribir: un papel, un bolígrafo y un lugar con algo de luz y ventilación deberían ser más que suficientes.
Sin embargo, si escribir es algo que te gusta, sí que te puede convenir invertir algo de tiempo en buscar un lugar adecuado donde puedas escribir sin ser molestado, relativamente en silencio y en el que te puedas sentar de forma cómoda durante un período de tiempo.
Cada persona es diferente, y hay personas que prefieren el ambiente de una cafetería para escribir, mientras que otras personas necesitan el silencio absoluto para no distraerse.
Esto es algo que cada uno debe experimentar y probar por cuenta propia.
Pero lo importante es no dedicar más tiempo a buscar el lugar y a preparar ese lugar que a escribir.
Si escribir de verdad te gusta, más adelante, cuando ya hayas establecido el hábito, podrás ir mejorando este sitio progresivamente.
Encuentra el momento adecuado para escribir
Puede ser que estés más activo por las mañanas que por las noches, que te guste escribir después de haber ido al gimnasio porque estás relajado, o que prefieras escribir antes de ir al trabajo porque después vas a estar tan cansado que solo vas a poder cenar y tumbarte en el sofá.
Prueba a escribir en diferentes horarios y en diferentes lugares y observa cuál se ajusta más a tu cuerpo.
Si la experiencia de escribir te resulta placentera, te será mucho más fácil continuar con tu hábito.
Crea un ritual
Un ejemplo sencillo podría ser prepararse un café o una infusión antes de comenzar a escribir. Sirve para entrenar la mente y que el hecho de tener el café en la mano nos impulse a que nos resulte más sencillo sentarnos a escribir.
Otros rituales comunes son encender velas, regar las plantas, hacer unos estiramientos, etc. Pero hay que tener cuidado de no utilizar un ritual que nos pueda distraer, como veremos en el siguiente punto.
Evita la procrastinación
No forman parte de un ritual: ver el correo, ponerse a navegar por Facebook o Youtube, o encender la tele cinco minutos. Más que nada porque hacer eso puede llevarnos a procrastinar de manera innecesaria.
Incluso algo menos obvio como leer un libro o ponerse a ojear el periódico puede agotar el tiempo que tenemos asignado a escribir. Esto es especialmente importante por la noche, ¿por qué no escribir los diez minutos que nos hemos propuesto y después ya ponerse a leer hasta estar cansados?
Ten cuidado con las interrupciones innecesarias
Son 10 minutos diarios los que dedicas a crear el hábito, ¿merece la pena interrumpir esos diez minutos?
Una de mis aplicaciones favoritas se llama Forest, y es una aplicación en la que puedes poner un contador de tiempo y mientras que trabajas no puedes salir de la aplicación.
Es una app perfecta si quieres evitar que el móvil te distraiga. Además, recibes puntos cada vez que consigues cumplir tu objetivo de tiempo sin haberte distraído, y con esos puntos puedes plantar árboles en el mundo real. La app es de pago y cuesta aproximadamente 2 euros.
También hay otras muchas opciones, como Rescuetime o Stayfocus, pero lo importante es que no te distraigas.
Algo tan simple como dejar el móvil en otra habitación puede bastar.
Ten clara la distinción entre la fase de escritura creativa y la de edición
No quieres escribir tus mejores lineas ahora. No quieres escribir directamente un buen libro. No quieres ser perfecto.
Solo quieres escribir durante diez minutos. Salga lo que salga, escribas lo que escribas.
No importa si utilizas bien los signos de puntuación, si te has saltado alguna palabra o si no te acuerdas del lugar que quieres mencionar en concreto. Lo importante es escribir, escribir y escribir.
Porque ahora estás creando el hábito de escribir, de perder miedo al papel en blanco y de adquirir la experiencia de sentarte delante del ordenador a teclear.
Ya llegará el momento de preocuparse por editar, por reescribir y por aprender diferentes técnicas narrativas. Pero ahora lo único que importa es escribir diez minutos y crear un hábito.
Y, por supuesto, no te olvides de disfrutar.
Pásatelo bien, tómatelo como un juego
Puede ser que hayas respondido algo diferente en la parte de qué te motiva a escribir, pero una de las cosas más importantes es que encuentres la escritura y el tiempo que le dedicas como algo divertido.
Por eso es tan importante dejar de un lado el editor que todos llevamos dentro y que te centres en explorar, en descubrir sobre qué cosas te apetece escribir y sobre qué cosas no.
Son 10 minutos de libertad, y si quieres, por cualquier causa, escribir libertad con V en vez de con B porque eso te resulta divertido en ese momento, pues tienes ese privilegio, porque la escritura, a estas alturas (y en mi opinión debería ser así siempre) es un juego.
Una diversión.
Otra cosa es que luego quieras enseñar este texto a alguien, quieras publicarlo en alguna revista o enviarlo a un concurso. En ese caso, deberás corregir y editar lo máximo posible, para dejar el manuscrito lo más limpio posible.
Y si te quedas atrancado en algún punto de este proceo, puedes probar a liberar tu escritura.
No te desanimes por tu nivel actual o por factores externos
Es posible que hayas enseñado uno de tus textos a un amigo o a un familiar, y puede que hayan sido demasiado sinceros con tus habilidades actuales de escritura. O puede ser que hayas participado en algún concurso literario y no lo hayas ganado.
Es parte del proceso.
Recuerda que estás aprendiendo: escribes para mejorar tu práctica, para que un día seas tan bueno que los lectores no puedan parar de leer tus libros y estén tan enganchados a tu forma de escribir que se tengan que comprar todas tus novelas y regalar copias de tus títulos a sus amigos y familiares.
Pero aún no ha llegado ese momento. Y precisamente por eso tienes que continuar con tu práctica, con el hábito.
Hoy puede que sea un día más difícil, pero estar preparado para este tipos de días es clave para formarte como escritor.
En su libro Mientras escribo, Stephen King habla de los muchos rechazos que obtenían sus escritos y de cómo coleccionaba las cartas de rechazo que le mandaban los editores. ¡Ojalá pudiésemos todos tener esa mentalidad!
Planifica tu siguiente sesión de escritura
Una sesión de escritura requiere de concentración, esfuerzo y energía. Y cuando llegamos a casa tras un día de trabajo, lo más seguro es que no tengamos fuerzas ni energías para escribir.
Por eso, al menos hasta que tengamos establecido un hábito y nos sintamos con la seguridad suficiente de que no vamos a fallar, creo que lo mejor es planificar con anterioridad en qué momento vamos a escribir al día siguiente.
De esta forma:
- No dejarás para lo último escribir.
- Será más difícil que se te olvide.
- No tendrás que preocuparte al día siguiente de cuándo podrás escribir
- Aprovecharás mucho más esos huecos que tienes durante el día
- Cuando llegues a casa podrás descansar o dedicarte a otra cosa.
Puede ser que cuando te levantes dediques media hora a desayunar y que puedas acortar esa media hora a quince minutos, o que entre clase y clase de universidad tengas algún descanso de media hora en el que sueles mirar algún apunte o el móvil, y que en su lugar puedas encontrar un lugar tranquilo para escribir, o que te puedas quedar un rato después de trabajar en alguna cafetería antes de volver a casa.
Hay muchos momentos en el día que se pueden convertir en sesiones de escritura. Solo tienes que planificar.
Recordatorios o alarmas
Esto es sobre todo importante los primeros días, cuando aún no se ha establecido el hábito. Ya que puede ser que entre unas cosas y otras…se nos olvide escribir hasta que ya estemos tumbados en la cama, con el edredón encima y medio dormidos.
¿Entonces crees que vas a tener la suficiente fuerza de voluntad para levantarte a escribir?
Una simple alarma o un recordatorio nos pueden ayudar a que esto no pase.
No falles dos veces seguidas
A la hora de crear un hábito va a llegar el momento de que un día vamos a fallar y no vamos a escribir. Es cuestión de tiempo.
Porque somos humanos y a veces fallamos. Y eso no quiere decir nada malo, y no quiere decir que no valemos para escribir ni que debamos desanimarnos por haber fallado un día.
Lo importante es estar preparado para cuando un día fallemos no continuar con ese hábito de no escribir y encadenar varios días seguidos sin una sesión de escritura.
Si ayer no escribiste por cualquier circunstancia, haz que tu mayor prioridad hoy sea la de escribir cuanto antes para no encadenar dos días seguidos sin escribir.
¿Te sientes bloqueado?
Seguramente pones demasiada presión sobre ti mismo. Relájate y escribe sobre lo que te apetezca.
Puede ser que comiences a escribir sobre una montaña y de repente te apetezca hablar sobre la tarta de manzana que vas a hornear mañana, o sobre lo mucho que te gustaría aprender a pedalear en un monociclo.
En ese caso déjate llevar y no te impongas presiones del tipo «tengo que escribir el mejor relato», «tengo que ganar este concurso» o «voy a publicar la mejor novela de todos los tiempos».
Si aún así no consigues escribir 10 minutos, puede ser que estés cansado, que intentas ser demasiado perfeccionista o que esperas demasiado de tus sesiones de escritura.
Una sugerencia sería comenzar el hábito con cinco minutos en lugar de diez, e intentar no imponer ningún tipo de presión sobre el resultado de la sesión de escritura.
En cualquier caso, si alguna vez te bloqueas te recomiendo que leas el post sobre cómo liberar tu escritura.
Trata la escritura como un privilegio
Cuando hablamos de crear un hábito parece que estamos hablando de establecer una rutina de algo que no nos gusta pero que nos es necesario para alcanzar un fin.
Por ejemplo, en muchas ocasiones la gente habla sobre crear el hábito de hacer ejercicio, cuando en verdad a la mayoría de esas personas no les gusta ejercitarse y terminan abandonando.
Pero este no es nuestro caso porque nos gusta escribir. Si no, ¿por qué escribimos?
El hecho de que queramos establecer un hábito es porque queremos exigirnos más.
Pero yo seguiría viendo el escribir como un privilegio, una oportunidad de ser libres y de disfrutar. No como una tarea pesada que tenemos que realizar todos los días.
En el caso de que esto ocurra, quizá nos debemos preguntar si escribir es algo que de verdad queremos hacer, ¿no?
Y esto me recuerda a una anécdota que cuenta Bradbury de cuando escribía en la biblioteca de UCLA. Pagaba a 3 centavos la media hora de alquiler de una máquina de escribir.
En este caso, para Bradbury era un privilegio escribir. Pagaba por tiempo y no se podía permitir distracciones ni remoloneos. Y así escribió Farenheit 451.
Para saber más acerca de crear hábitos
Uno de mis autores favoritos que habla sobre el tema de crear hábitos es Leo Batuta. Escribe en inglés, pero si tienes ocasión, aprovecharía para leer los siguientes artículos en los que me he inspirado para escribir este post (1, 2, 3, 4, 5).
Cuantos más elementos de la lista anterior cumplas, más posibilidades tienes de lograr tu objetivo de llegar a establecer un hábito de escritura. Para muchas personas puede ser que simplemente con cumplir uno de todos estos elementos sea suficiente, mientras que otras personas necesiten más.
Comenzar un hábito de escritura es uno de los pilares más importantes para convertirse en escritor, ¿a qué esperas para comenzar a escribir?
Lo único que necesitas es un folio, un bolígrafo y diez minutos. ¡Comienza ahora mismo!
¿Hay algún consejo u obstáculo que no haya mencionado? ¿Cuál es tu mayor problema a la hora de sentarte todos los días a escribir? ¿Qué es lo que mejor funciona para ti para establecer una rutina de escritura? ¿Te has quedado bloqueado en algún momento? ¿Cómo has resuelto ese bloqueo?
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Excelente artículo. Me llega justo en el momento preciso. Lo voy a aprovechar, luego te comentaré como me va.
Muchas gracias, Edy.
Espero escuchar noticias tuyas. ¡Te deseo mucha suerte con tus proyectos!
Alvaro, encantado de saludarte. Tus consejos sobre cómo comenzar un cuento me fueron de excelente ayuda y hasta me atreví a enviar el cuento que escriní a un concurso. Sumamente agradecido.
Hola Orlando,
Me alegro que los consejos te resultasen útiles. ¡Te deseo mucha suerte en el concurso!
Gracias por el blog, estoy aprendiendo mucho de ti y Leo Batuta con respecto a los habitos, gracias a ello no sabes cuan motivada estoy por comenzar ya!!. Saludos 😊
Hola Clara,
Muchas gracias por el comentario. La verdad es que Leo Batuta es muy famoso por sus artículos relacionados con la creación y mantenimiento de los hábitos. 🙂