En esta entrada, Marta nos explica en profundidad los pasos a seguir para escribir escenas narrativas y los métodos necesarios para comprobar que funcionan.
Creo que siempre es una buena idea traer invitados al blog, porque cuando se suman voces diferentes, conseguimos variedad de opiniones y explicaciones muy enriquecidas desde diferentes puntos de vista.
En esta ocasión, he tenido la suerte increíble de contar con la colaboración de Marta Tornero para que nos explique los pilares fundamentales para escribir escenas.
Marta escribe a menudo en su blog sobre escritura creativa, así que si os gusta escribir, estoy 100% convencido de que el blog de Marta WriterMuse os va a encantar. Además, si os suscribís a su blog obtenéis gratuitamente varios recursos para invocar a la musa y establecer una rutina de escritura placentera.
Os dejo con el post de Marta. 🙂
Índice
¿Qué es una escena narrativa?
La escena es la unidad narrativa mínima con introducción, nudo y desenlace. Mucho se habla en la escuela y en los cursos de escritura sobre estas tres partes en la novela, pero se olvida la unidad fundamental que te permitirá sustentar esa estructura: la escena. Sin los cimientos de la escena todo el edificio narrativo se derrumba.
Pero no solo es necesaria para estructurar la novela, aprender a escribir por escenas te ayudará a enfrentarte a la titánica tarea en cómodos fascículos. Anne Lamott decía algo parecido en Bird by bird. Lamott escribía utilizando un marco metafórico de una pulgada (como cuando dibujas un cuadrado con los dedos índice y pulgar). Al contemplar su historia a través del marco, sentarse a escribir le costaba menos; se decía a sí misma cosas como «Hoy voy a describir esta catedral» o «Escribiré tan solo la conversación entre Fulano y Mengano», una tarea suficientemente pequeña para no sentirse abrumada. Lamott se olvidaba de la novela completa y escribía solo lo que cabía en un pequeño marco: la escena.
El secreto de terminar tu novela con éxito es planificar las escenas. Olvídate de los cincuenta capítulos: escribe una por una cada escena.
Elementos principales de la escena
El primer elemento de una escena y el más importante es el objetivo: para qué sirve esta escena dentro de la estructura global de la novela. Hay siete posibles objetivos y tu escena debe cumplir al menos uno de ellos:
- Introducir o complicar un conflicto.
- Proporcionar información que avance la trama.
- Resolver una situación positiva o negativamente (éxito o desastre).
- Mostrar la reacción de los personajes ante el conflicto.
- Dar un objetivo al personaje o personajes principales.
- Profundizar en los personajes o en las relaciones entre los personajes.
- Introducir al lector en el mundo.
Si tu escena no cumple ninguno de estos objetivos, lo mejor es que te la replantees. Si le has dado vueltas y ni aun así encaja, elimínala. Posiblemente te cueste tomar esta decisión porque te enorgullezcas de cómo te ha quedado y no quieras perderla. En ese caso, guárdala para un proyecto futuro, quién sabe si la necesitarás en tu próximo relato.
Además del objetivo, en una escena encuentras todos estos elementos:
- Personajes y personaje punto de vista: si narras en primera persona, tu punto de vista será siempre el del personaje narrador; si narras en tercera, idealmente el personaje punto de vista será el que más tenga que ganar o perder para que el lector empatice con él. Considera también qué cambios introduciría la presencia o ausencia de alguno de los personajes de tu elenco y busca amplificar la tensión.
- Tiempo y lugar: dónde y cuándo tiene lugar la escena. Recuerda incluir la información básica al principio para que el lector se sitúe, así como pequeñas pinceladas que le revelen detalles sobre la ambientación. Visualiza el espacio con todos los sentidos para ofrecerle una impresión más vívida.
- Objetivo de cada personaje: los objetivos son lo que alimenta el conflicto. Puede tratarse de dos personajes con objetivos enfrentados o con un mismo objetivo que solo uno puede alcanzar, o puede ser un conflicto del protagonista consigo mismo, algo en su interior que le impide obtener lo que desea. Si se trata de tu protagonista y las circunstancias, como en mucho cine de desastres naturales, considera al huracán como un personaje también y su objetivo, hacerle el mayor daño posible al protagonista.
- Conflictos o tensiones: el conflicto es el hálito vital de la escena y de la novela en general. Se da cuando el objetivo de un personaje se enfrenta con el de otro o con circunstancias adversas. El conflicto no siempre toma una forma explícita o se desencadena abiertamente, sino que a menudo no es más que una tensión, una promesa de un conflicto posterior (¡pero no olvides resolver estas tensiones más adelante!).
- Resolución: dado que cada escena está compuesta de introducción, nudo y desenlace, no puedes olvidarte de incluir un final que cierre el episodio y sea a la vez un gancho que incite al lector a seguir leyendo: el íncipit de un conflicto en el horizonte, una pregunta sin resolver o un cliffhanger (cuando el personaje se queda literalmente colgando al borde del precipicio y debes esperar al siguiente capítulo para saber si sobrevive).
Tipos de escenas
Para escribir una escena debes saber de qué tipo se trata. Algunos autores dividen las escenas en tres tipos, dependiendo del objetivo que cumplen en la novela. Hay dos tipos principales de escena, la escena de acción y la escena secuela o de reacción, y un tipo secundario y menos habitual, la escena de ambientación.
- La escena de acción, que en el mundo anglosajón se la conoce simplemente como scene (escena, confundiéndonos a todos mucho), está caracterizada por una acción, algo que sucede y desencadena un conflicto de proporciones más o menos grandes. Pero, ojo, la escena de acción no tiene que ser siempre balazos y terremotos, puede ser simplemente que tu hijo traiga malas notas a casa. Un ejemplo de acción sosegada en literatura es la llegada a cuentagotas de unos enanos a la casa de Bilbo en El Hobbit.
- La escena de reacción o secuela es aquella en que los personajes reaccionan al conflicto de una escena previa. Estas escenas pueden servir como una pausa, un momento de respiro entre escenas trepidantes en el que el personaje se plantea las consecuencias de sus acciones. También puede haber un elemento de reacción en las escenas de acción, pero esta reacción suele ser espontánea e inconsciente. En la secuela vas a mostrar sobre todo sentimientos, comportamientos y consecuencias derivadas del conflicto pasado. Un ejemplo de secuela es cuando las amigas en Thelma & Louise se dan cuenta de lo que han hecho: matar a un hombre. ¿Y ahora qué? Se lamentan y deciden darse a la fuga.
- La escena de ambientación es secundaria y debes usarla con moderación. Es aquella en que no lidias con la trama principal (aunque sí es posible con una secundaria) y profundizas en los personajes y el mundo de la novela. No abuses de estas escenas, porque el lector puede creerlas irrelevantes o hacérsele pesadas. En El señor de los anillos hay muchísimas escenas de ambientación que eliminaron en la película y la historia no se resintió apenas, aunque sí los fans (¿Dónde está el bueno de Tom Bombadil? ☹).
En Literautas encontrarás una descripción más detallada sobre estos tipos de escenas.
Cómo escribir una escena en 5 pasos
En realidad son seis pasos si cuentas el paso cero, previo a empezar a escribir la novela. El paso cero es planear la estructura general de tu novela. Aunque no es necesario para escribir una escena individual, te recomiendo que planifiques con antelación, aunque sea someramente: «Juan y Lucía se pelean», «Lucía va al bar sola, conoce a Pepe», etc. Tu objetivo es crear una lista de todas las escenas de tu novela en el orden en que van a aparecer, aunque luego esto cambie bastante mientras escribes. Empieza por los hitos (aquellas escenas que cambian la manera en que el protagonista se enfrenta al conflicto y/o el lector entiende la historia) y planea escenas que conduzcan a estos hitos y deriven de ellos y tendrás la mayor parte de la narración estructurada.
Estos son los cinco pasos para escribir una escena:
- ¿Qué escena necesitas? ¿Qué tiene que pasar ahora?: si has planificado la novela de principio a fin, seguramente ya sepas la escena que viene a continuación, pero habrá ocasiones en que tendrás que ser flexible con tus planes. Incluso con una planificación exhaustiva, hasta que no te sientas a escribir no terminas de descubrir la historia, y por eso debes siempre plantearte qué escena necesitas a continuación, consultando el plan y tu intuición a partes iguales.
- Define los elementos principales de la escena: repasa los elementos de los que te he hablado antes (objetivo de la escena, personajes, punto de vista, conflicto, etc.) y dales respuesta antes de empezar a escribir.
- Visualiza la escena: relájate y trata de imaginar la escena. Involucra tantos sentidos como puedas (vista y oído son los más comunes, pero ¿qué te dicen el tacto, el olfato y el gusto?). Cambia de personaje y experimenta la escena a través de su piel. Aunque el lector no tiene que saber qué siente cada personaje en cada momento, tú sí deberías: te ayudará a darles una voz y una actitud auténticas.
- Escribe un guion: anota ahora lo que visualizabas y bosqueja un guion de la escena. Define cada paso que dan tus personajes y cómo lo dan, sin pretensión literaria alguna, solo como guía. Si le dedicas cinco o diez minutos al guion, ahorrarás mucho tiempo después: durante este paso suelen saltar a la vista problemas que te habrían obligado a detenerte mientras escribes.
- Escribe la escena: no tienes por qué terminarla de una; de hecho, si dejas de escribir mientras aún sabes lo que va a suceder, al día siguiente te será más fácil empezar de nuevo.
En Inteligencia narrativa encontrarás 11 pasos para escribir una escena, algunos parecidos a los que te sugiero yo aquí.
Las dos preguntas más importantes para saber si tu escena funciona o no
Estas preguntas determinarán si la escena funciona o no, si tu lector la leerá con fruición, pasando las páginas desvelado. Son lo primero que debes preguntarte antes de escribir y cuando revisas una escena.
La primera pregunta es «¿Qué pasaría si eliminaras la escena?». Todo cuanto nos hagas leer debe estar justificado, debe contribuir al avance de la trama y a nuestro disfrute.
Es cierto que muchas novelas de vanguardia, como las de Enrique Vila-Matas, algunas de Belén Gopegui o la saga de Marcel Proust –incluso las escritas 100 años atrás pueden ser de vanguardia–, no se adhieren a este principio y, sin embargo, las disfrutamos igualmente. Si este es tu estilo adelante con ello: tu público probablemente será más reducido, pero puede irte genial. Sin embargo, si quieres escribir novela «al uso», tienes que conocer las pautas que te garantizan el interés y la emoción del lector. Una de ellas es eliminar todas las escenas superfluas.
Para saber si una escena es superflua o necesaria, repasa estas preguntas esenciales, que plantea Jordan E. Rosenfeld en Make a scene:
La escena…
- ¿Introduce información nueva sobre la trama?
- ¿Se sustenta en la escena anterior y añade a esta?
- ¿Involucra, informa o afecta al protagonista?
- ¿Hace que el lector se sienta más inteligente o enterado?
- ¿Se mueve hacia delante en el tiempo, aunque sea unos segundos?
La segunda pregunta es, para mí, aún más importante: ¿qué es lo que te entusiasma de esta escena? ¿por qué quieres escribirla?
Si no sabes cómo responder a esta pregunta, vuelve a sumergirte en la visualización; cuanto más conectes con la escena más fácil te será encontrar sus cualidades. Busca los elementos que te enamoran de tu novela. Explótalos.
Entusiásmate por lo que es único en tu novela: es la mejor receta para que el lector comparta tu entusiasmo.
Si no logras encontrar ese algo que te pide a gritos que escribas la escena, entonces plantéate rediseñarla o eliminarla, como te comentaba arriba. Después de todo, si tú no puedes sentir entusiasmo por lo que escribes, ¿cómo va a sentirlo el lector?
El entusiasmo es tu mejor baza cuando escribes el primer borrador de una escena. Es lo que llamará a tu Musa y hará que fluyan las palabras. Tu primer deber como escritor es buscar el entusiasmo.
¿Y tú, qué pasos sigues para escribir tus escenas? ¿Todavía vas por ahí sin un mapa?
Gracias a Álvaro por dejarme un hueco en su súper blog de escritura, es para mí un placer y una oportunidad de colarme en casas ajenas y poner un poco de desorden. ¡Gracias!
Espero que el artículo os haya servido; estaré por aquí para compartir respuestas, dudas y hallazgos con vosotros. 😊
Marta Tornero Rubio es correctora y asesora literaria en WriterMuse, donde comparte herramientas, recursos y estrategias para escribir más y planear tu novela de forma clara y sencilla. Si te bloqueas al escribir o el resultado te desanima, pásate por WriterMuse; escribir tu mejor novela puede ser muy fácil. Apúntate a su centro de recursos sobre escritura creativa para saber cómo.
¡Hola, Álvaro!
Gracias de nuevo por la oportunidad de entrometerme en tu blog. Espero que a tus lectores les guste y les sea útil el artículo.
Y si estáis por aquí y os ha quedado alguna duda o tenéis ganas de montar una buena escena en los comentarios, soy toda ojos para leeros 😉.
¡Hola, Marta!
Muchas gracias por pasarte por el blog. Es un placer tenerte como invitada. 🙂
El artículo me ha parecido increíble.
No conocía varios libros que mencionas, entre ellos el de “Make a scene”, que tiene muy buena pinta. He estado leyendo el índice del libro en Amazon y creo que ya tengo lectura obligada para estas navidades. 🙂
¿Recomendarías el libro a alguien que quiere escribir novela o quiere profundizar en los conocimientos explicados en el post?
Y me encanta la pregunta: “¿qué es lo que te entusiasma de esta escena?”. Coincido en que es muy importante sentirse entusiasmados por lo que escribimos.
¡Un abrazo!
Hola, Álvaro!
Me alegro de que te haya gustado :).
Si quieres aprender más del tema, desde luego «Make a scene» te vendrá de perlas, a mí es de los libros que más me han enseñado estructura narrativa al nivel más pequeño. Creo que es de lectura obligada junto con el de «Story Engineering» de Larry Brooks, para conocer la composición global de una narrativa. Sin embargo, creo que ninguno de estos dos títulos están traducidos al castellano, lo cual es una lástima.
Para mí el entusiasmo es fundamental, pero en el sentido estricto: es la base sobre la que todo se fundamenta. Si no tienes una prosa muy cuidada (nadie la tiene en el primer borrador), si tu idea no está demasiado clara (que también pasa aunque hayas hecho tu mapa para escribir), etc., lo que va a permitirte transformar un texto mediocre en una joya es lo que tú has sentido y sientes por la historia, que se refleja en un texto que no se contiene y no busca la aprobación de otros; y durante la revisión, si ese entusiasmo sigue ahí, podrás dedicarle más tiempo y esfuerzo que un escritor que escribiera sin entusiasmo, un escritor al que su historia ya no le importa.
Hablamos tanto de técnica que se nos olvida lo que viene antes, el motivo por el que queremos escribir y sin el cual nada tiene sentido. ¡Habrá que hablar (escribir) más del entusiasmo! 🙂
Un abrazo y gracias a ti,
Marta
Muchas gracias Alvaro, por permitir que Marta nos cuento los pasos a seguir para escribir escenas narrativas. Merece la pena leerlo y seguir aprendiendo.
Cada vez me gusta mas tu blog.