En esta entrada vamos a ver las diferentes fases creativas que componen la creación de un relato, desde la concepción de la idea hasta acabar con un manuscrito.
En entradas anteriores hemos visto cómo escribir un relato breve y publicarlo, una lista abundante de los relatos cortos más destacados de la literatura universal y novelas recomendadas para tener como referencia.
En esta entrada vamos a ver las diferentes fases creativas que componen la creación de un relato, desde la concepción de la idea hasta acabar con un manuscrito.
Por lo general, en los libros de escritura creativa se distinguen dos fases muy diferenciadas: la fase creativa, en la que escribimos el primer borrador del relato, y la fase de edición, en la que editamos y pulimos el relato.
En esta entrada diferencio dos categorías más: una para la creación de la idea, que viene antes de escribir el primer borrador, y otra para publicar o presentarse a un concurso literario.
Estas cuatro fases equivalen a las “cuatro fases de la creación” que Enrique Páez explica muy detalladamente en su libro «Escribir. Manual de técnicas narrativas», uno de los mejores libros recomendados para comenzar a escribir y aprender sobre técnicas narrativas.
Vamos a ver estas fases.
Índice
Fase de creación de ideas
“Una idea que no es peligrosa no merece ser llamada idea en primer lugar”. Oscar Wilde
Una de las mejores formas de crear ideas es tener siempre los ojos bien abiertos y la mentalidad de jugar y asociar las palabras que se nos vienen a la mente.
Porque cuando estás en esta fase de creación ninguna idea es mala, ni estúpida, ni imposible. Solo trabajándola puedes lograr darle forma y crear una historia interesante. Es algo que sintetiza muy bien esta cita de Arthur C. Clarke:
“Una idea nueva tiene tres etapas:
1) Es imposible.
2) Es posible, pero no vale la pena.
3) ¡Siempre supe que era una gran idea!”
Así que lo ideal es observar todo con nuevos ojos, convertir lo mundano y frecuente en inusual. Buscar un punto de vista original en lo más básico de nuestra existencia. En palabras de Enrique Páez:
“Hay que saber buscar en todas partes: aeropuertos, bibliotecas, islas, carnicerías, desiertos, escuelas o sótanos. Es fácil encontrar tornillos en una ferretería o paisajes en una galería de arte, pero de lo que aquí se trata es de encontrar paisajes en ferreterías y tornillos en las galerías de arte”.
Y precisamente, en esta fase buscamos esos tornillos en las galerías de arte. Y por eso es importante que estemos con los ojos bien abiertos, descansados, y con la motivación de jugar con las palabras para llegar a tener ideas originales o puntos de vista diferentes sobre una idea ya conocida.
En el caso de que andes falto de ideas, siempre puedes recurrir a las técnicas que hemos visto en este blog para crearlas:
Una vez que tenemos una pequeña idea sobre lo que queremos escribir, nos encontramos ya en la fase creativa.
Fase creativa
«La imaginación es el principio de la creación. Imaginas lo que deseas, persigues lo que imaginas y finalmente, creas lo que persigues”. George Bernard Shaw
Ya tenemos una pequeña idea de lo que queremos escribir, y ahora llega el momento de divertirse, de ser atrevidos y de jugar con la idea que tenemos en mente para desarrollarla.
En esta fase lo más característico es jugar y divertirse.
Y por esto, es importante que tengas ganas de jugar con las ideas, de asociar palabras, de inventar cosas nuevas y de no tener miedo de escribir cualquier idea, por muy ridícula que te pueda parecer.
Porque esta libertad al escribir, esta forma de afrontar la escritura como un juego, es la mejor forma de combatir al censor que llevamos dentro y dejar a un lado el bloqueo literario.
Por tanto, esta es la etapa en la que todo vale, y si decides que es buena idea —porque en ese momento te lo parece— comparar los botes de aceituna negra con la belleza estilística del ballet, este es el momento adecuado para hacerlo.
Ya más adelante, en la siguiente fase, nos preocuparemos de revisar, editar y “censurar” todo aquello que no nos parezca correcto.
¿Qué hacemos en la fase creativa?
En esta fase escribimos a partir de la idea seleccionada en la fase anterior. Escribimos aunque nos veamos faltos de ideas, aunque no tengamos ninguna inspiración.
Escribimos y rellenamos folios hasta quedarnos vacíos, como habíamos visto con las páginas matutinas de Julia Cameron, o como dice Enrique Páez:
“Es el momento de escribir sin parar, sin dejar un resquicio al bloqueo, de manera espontánea. El artista juega, inventa y pone todos sus sentidos en el proceso creativo”.
El resultado de este proceso es un primer borrador de la historia que queremos contar.
Y ojo. La calidad del borrador seguramente será bastante mala: las ideas, por muy buenas que sean, no estarán bien organizadas; el orden de los párrafos será caótico, querremos cambiar al narrador y ajustar bastante ese final…
Y es normal. Porque esta es la definición de un primer borrador.
Lo importante es que ya tenemos un punto de partida, ya tenemos algo escrito que podemos mejorar en la siguiente fase.
Como decía Gernard Shaw, hemos perseguido lo imaginado en nuestra idea y hemos creado una primera aproximación de lo que perseguíamos.
Ahora nos queda refinar, que es lo que haremos en la próxima fase.
Fase de edición
Esta fase es más analítica. Ya no se trata tanto de jugar y de asociar ideas, sino de poner orden, de ser crítico y de revisar bien el texto que hemos escrito.
En esta fase tachamos párrafos que no nos gustan, anotamos ideas para mejorar la historia, cuestionamos los motivos de los protagonistas y el conflicto interno que tienen, miramos con lupa todo tipo de detalles estilísticos.
Es ahora cuando nos cuestionamos si tiene sentido esa comparación que hicimos entre los botes de aceitunas negra y la belleza estilística del ballet.
Es posible que esta comparación encaje en la historia, pero si no encaja, es momento de quitarla.
Y, si en la fase anterior, escribíamos, escribíamos y escribíamos. En esta fase lo que más vamos a hacer es reescribir, reescribir y reescribir.
Porque ahora que sabemos la historia que queremos contar, necesitamos contar esa historia de la mejor forma posible.
Y esto implica muchas revisiones, lecturas en alto, recibir consejos de otras personas y horas de pensar cómo contar mejor la historia.
Lo bueno es que en esta fase terminamos el relato. Y en todo caso ahora nos queda pensar si queremos maquetarlo para presentarlo a algún concurso o premio.
Si quieres aprender más sobre esta fase, lo ideal es que leas y estudies los manuales de redacción y estilo.
Una opción muy interesante es la de seguir el blog de Gabriella (uno de los mejores blogs literarios), que ha publicado un libro buenísimo con 70 reglas básicas para pulir cualquier tipo de relato: 70 trucos para sacarle brillo a tu novela: Corrección básica para escritores.
Otra opción muy buena si quieres adentrarte más en la redacción es el libro La cocina de la escritura, de Daniel Cassany.
Fase de publicar y promocionarse
Esta etapa es la única que es optativa, ya que depende en gran medida de los objetivos que te hayas marcado para escribir tu relato.
Si estás comenzando a escribir, lo que más te interesa seguramente es escribir más historias, adquirir experiencia y dejar esta fase para futuras ocasiones.
Pero si ya llevas un tiempo en esto de la escritura y quieres tantear los concursos literarios, es en esta fase cuando:
- Buscas y lees las bases de los diferentes concursos que se ajustan al relato que has escrito. Puedes ver las páginas que recomiendo para mirar concursos en la sección de recursos para escritores.
- Adaptas el relato al formato requerido para el concurso o revista.
- Compruebas que cumples todas las normas que se citan en las bases o requisitos del concurso o revista en cuestión.
- Mandas los relatos y anotas a qué concurso has presentado qué relato, y en qué fecha se notifican los ganadores.
Muchos escritores, cuando tienen intención de presentarse a concursos literarios, comienzan a escribir el relato partiendo de los requisitos del concurso. Y de ahí pasan a las fases creativas y de edición.
Y es que, en verdad, cada uno tiene que buscar el método y las fases que mejor le funcionan a uno mismo, como ya dijimos en los tipos de escritores y cómo planifican.
Otra alternativa a los concursos literarios es reunir una serie de relatos que tengan un hilo en común y presentarlos a editoriales o publicarlos por cuenta propia. De esto hablaremos en más detalle en un futuro post, ya que es un tema del que es necesario hablar en profundidad.
Por el momento, lo que puedo decir es que si estás interesado en promocionarte como escritor, debes seguir el blog de Márketing Online para Escritores, de Ana González Duque. Y mejor aún si puedes leerte el libro de la autora: El escritor emprendedor.
En las próximas semanas espero entrevistar a Ana para que nos cuente más en detalle y nos introduzca un poco en el tema. 🙂
¿Qué te han parecido estas cuatro fases?
Lo más importante es que distingas bien la fase de creación —en la que te debes sentir 100% libre de escribir lo que quieras—, de la fase de edición, en la que analizarás lo que has escrito con anterioridad para reescribirlo mejor.
Te espero en los comentarios.
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Aún estoy en la fase de creación de ideas, no se cuando daré el salto a la fase creativa. Gracias